Base vertebradora F – Ordenación y planificación territorial

La Ordenación y planificación territorial desempeña un papel vertebrador clave, al organizar y conectar distintos componentes del Plan, estableciendo directrices normativas y estratégicas sobre las que deben asentarse varias iniciativas. Este eje abarca las iniciativas relacionadas con la delimitación y gestión del suelo, así como regulación urbanística, orientado a cubrir tanto necesidades sociales y económicas del territorio, como la prevención frente a catástrofes futuras.

La DANA ha puesto de manifiesto aspectos del modelo territorial actual que requieren ser revisados, como la disponibilidad de reservas de suelo seguras, la vulnerabilidad de determinadas infraestructuras y la adecuación del planeamiento a escenarios climáticos extremos. La recuperación supone una oportunidad para avanzar hacia una transformación territorial que refuerce la resiliencia, atienda estos elementos críticos y habilite nuevas oportunidades de desarrollo seguro.

Ante esta realidad, el objetivo fundamental del eje es establecer las bases de una ordenación y planificación territorial coherente con la nueva realidad y, en particular, redefinir las reglas del desarrollo urbano y rural para garantizar un crecimiento más seguro, adaptado al contexto climático, eficiente en el uso del suelo y orientado a anticipar y mitigar el impacto de futuras emergencias. El siguiente cuadro representa de forma esquemática este eje dentro del marco estratégico del Plan.

Base vertebradora de Ordenación y planificación territorial en el marco estratégico del Plan Endavant

Fuente: Elaboración propia

Antes de desarrollar el enfoque estratégico de este eje y detallar las iniciativas a acometer, es necesario comprender una actuación clave en el marco de la ordenación territorial, adoptada como respuesta urgente a las necesidades surgidas tras la DANA: el Consell aprobó el Decreto-ley 20/2024, de 30 de diciembre, del Consell, como instrumento legal extraordinario para impulsar la recuperación urbanística y territorial tras la DANA, dotando a los municipios y administraciones de herramientas ágiles y operativas. La norma incorporó medidas prioritarias como la simplificación de procedimientos, la habilitación de usos provisionales del suelo o la adaptación del planeamiento en situaciones de emergencia, garantizando seguridad jurídica y coherencia territorial en las actuaciones. Posteriormente, fue tramitada como proyecto de ley y sustituida por la Ley 2/2025, que integró mejoras normativas, eliminó condicionantes administrativos innecesarios y consolidó un marco más estable y alineado con las necesidades reales del territorio afectado.